Este mineral suele ser denominado en la modernidad sulfato de calcio, como el aljez o piedra del yeso. Sin embargo, en esta forma debe distinguirse del estudiado en el Lejano Oriente o del mencionado en las sagradas escrituras. El Alabastro en la Biblia tiene significado y uso especial. En una vasija de este material calizo fue llevado el fino aceite en el que la mujer ungió los pies de Jesús. Y almacenando piedras de Alabastro, David construyó el templo de Jehová en Jerusalén.
El alabastro desempeñó un papel muy importante en la escultura europea entre los siglos 14 y 16, en paralelo al mármol. Ambos materiales eran apreciados por su blancura, su delicadeza y el hermoso acabado que se les podía dar al pulirlos. El alabastro es más fácil de esculpir, pero con frecuencia se encuentra en bloques más pequeños que el mármol. También es más frágil, por ser muy soluble al agua: no es adecuado para la decoración exterior. En cambio, ofrece un soporte excelente para la policromia y permite un trabajo muy refinado.