Artesanía

El encuentro de los habitantes de Galeana con el Alabastro se podría calificar como una casualidad inevitable. La abundancia del material en la zona es más que evidente, en diferentes volúmenes, concentraciones y formas de alabastro pero de presencia permanente en la vida local.


“Siempre ha estado, pocos lo han trabajado” dicen los artesanos activos de la zona. En la actualidad el aprovechamiento del Alabastro para uso artesanal se divide en dos estilos distintos, dos concepciones de aplicación que mantienen frágilmente viva la tradición.

Por un lado está la Señora Elida Soto quién hace algunas décadas adquirió una serie de terrenos donde encontró Alabastro (supo que era Alabastro después de someter muestras a pruebas de laboratorio), comenzó trabajando el material de manera rústica con martillos y seguetas en 1992, perfeccionando y compartiendo la técnica con su familia hasta llegar a construir un taller con máquinas básicas pero que permiten generar piezas detalladas en volúmenes de producción medianos.

La producción de la Señora Elida Soto en su mayoría ha sido exportada hacia EU, ya que ahí existe una alta demanda y apreciación por las piezas ornamentales de alabastro. La producción de su taller puede generar piezas completas y terminadas, pero también creó la posibilidad de generar componentes que se incorporen a otro tipo de productos, por ejemplo como pantallas difuminadoras de luz para candelabros y lámparas.

Con un acercamiento distinto tenemos al Maestro Francisco Charles, que él mismo se asume como el primero en generar esculturas en alabastro. Trabajaba desde los 10 años el material cuando lo encontró explorando las montañas de la zona, desde el principio su trabajo estuvo conducido por su amor y atracción por el arte. La generación de piezas de Alabastro ha representado una fuente de ingresos para el maestro Charles, combinándolo con su pasión por la pintura, lo que le ha llevado a ser reconocido a lo largo de su carrera por el público y autoridades.

Para el maestro Francisco Charles (probablemente el artesano vivo más importante del Estado) el labrado de la piedra de alabastro ha significado una manera de sustentarse, si bien siempre ha vivido cercano al arte como pasión, la gran motivación para esculpir las obras que le han dado reconocimiento nacional e internacional (apareciendo por ejemplo en programas con Veronica Castro en Televisa en los 80's o también al esculpir el conejo de aire prehispánico con el que ganó en 1998 el prestigioso premio nacional de arte popular banamex, siendo el único nuevo leones galardonado en esta técnica) ,  ha sido un recurso para sustentarse económicamente, teniendo como limitante la falta de conexiones para proyectar y aplicar su trabajo hacia un mercado que valore de distinta manera la transformación de piedras a obras de arte.

En Galeana la actividad económica principal es el comercio al por menor, abundan las tiendas de abarrotes, ropa y necesidades básicas, representando el 51% de la economía local. Podemos observar que las industrias manufactureras realmente no figuran como una actividad económica relevante en el municipio. El turismo potencialmente podría convertirse en una llave para una mayor derrama económica dentro del municipio, pero actualmente los ingresos por temas de alojamiento y preparación de alimentos y bebidas significan sólo el 13% de la economía municipal. (según datos del portal datamexico.org

 de la Secretaría de Economía)


Con estos datos como contexto podemos entender cómo es que la artesanía local no ha podido despegar como una opción determinante para el sustento de las familias de Galeana. Mientras no exista un flujo potencial de clientes e interesados en las cualidades del material disponible en la zona y en las habilidades de los artesanos locales, se ve complicado tener una salida exitosa de productos elaborados en el municipio y una entrada de dinero externo.